viernes, 30 de mayo de 2008

Clase recuperativa

A pesar del resfrío: mañana a las 10:00 AM, clase especial sobre Determinación de Pena.

sábado, 17 de mayo de 2008

Aviso

Estimados: estaré al menos lunes y martes en juicio oral por homicidio calificado. Están invitados.

martes, 13 de mayo de 2008

Noticia para seguir desarrollo

Formalizan por infanticidio a padres que apuñalaron a su hijo recién nacido en Valparaíso

Martes 13 de Mayo de 2008

Fuente :Orbe

El padre del pequeño, de 25 años, cortó con una tijera el cordón umbilical del menor, antes de propinarle al menos 44 puñaladas en la cabeza, tórax, abdomen y extremidades.

VALPARAISO.- Un recién nacido fue asesinado a puñaladas por su padre, presumiblemente poco después que su madre diera a luz en el baño de un domicilio de la ciudad de Valparaíso.

En la madrugada de este martes, el padre del pequeño identificado como Jonathan Gatica, de 25 años, cortó con una tijera el cordón umbilical del menor, antes de propinarle al menos 44 puñaladas en la cabeza, cara, tórax, abdomen y extremidades.

La madre del recién nacido fue identificada como Génesis Zamora, de 18 años. Ambos progenitores serán fomalizados por el delito de infanticidio durante esta tarde.

El delito quedó al descubierto en el Hospital Van Buren, de Valparaíso, cuando cerca de las 01:30 horas la abuela del bebé llegó con el cuerpo dentro de una bolsa de basura.

El victimario permanece detenido en la Segunda Comisaría de Valparaíso mientras que la madre fue internada en el hospital Van Buren, donde llegó a atenderse por un fuerte malestar posterior.

La guagua tenía 39 semanas de gestación. Y los pololos llevaban más de 1 año de relación.

El teniente coronel de Valparaíso, Hernán Merino señaló que se están realizando "las pericias para deteminar efectivamente la data de muerte. Se está trabajando, pero efectivamente dio a luz en el baño de su domicilio y posterior a esto fueron las lesiones que fueron inferidas por los padres. Se trataban de heridas punzantes con una tijera".

La directora del Hospital Carlos Van Buren, Beatriz Bueño señaló que la joven de 18 años llegó al establecimiento señalando que tenía síntomas de aborto, pero el personal se dio cuenta que sus síntomas eran de un parto mal cuidado.

Ante eso, el equipo médico se contactó con la madre, quien concurrió al domicilio de la joven, donde encontró al recién nacido fallecido.

El Sename anunció que presentará una querella por este caso.

jueves, 1 de mayo de 2008

Zaffaroni y el proceso inquisitivo como derecho penal del enemigo

Interesante discurso del siempre deslumbrante profesor Zaffaroni que hace una relación entre el sistema inquisitorio y el derecho penal del enemigo. Para todos aquellos que de pronto somos demasiado críticos con nuestro sistema procesal penal y también para no olvidar que la tentación inquisitoria está ahí siempre latente, les transcribo este documento que estaba en las noticias de este blog.
Insisto: a los que le interesa el curso y al resto también, lean y participen en el blog. No teman a una de las pocas cosas rescatables de esta modernidad tardía, los medios electrónicos.


Hay que terminar con el Derecho Penal del enemigo
“Una de las cosas que primero le arrancan al rey es el poder de juzgar, así como la pena impuesta por un juicio de pares”.

Zaffaroni insta a terminar con los rasgos penales inquisitorios
Una reforma procesal en serio cuesta dinero



“Este procedimiento inquisitorial es lo que después se llama Derecho Penal del enemigo. El inquisitorio se caracteriza por estar siempre marcado porque casi desaparece el discurso penal, que se convierte en Derecho Administrativo: todo se reduce a coacción directa. Hay un enemigo de dimensiones cósmicas que va a destruir a la humanidad, a Occidente, está en acción y es inminente lo que va a hacer. Entonces, hay que frenarlo, detenerlo, neutralizarlo rápidamente y, en esa neutralización, como hay que salvar a toda la humanidad, todo aquel que trata de ponernos un obstáculo en una empresa tan importante como esta es un verdadero traidor. Como se buscan enemigos, no hechos, el inquisitorio busca personas: siempre es Derecho Penal de autor. Por ende, tampoco se maneja con el principio de legalidad. Por eso, hoy, en el acusatorio se necesita la acusación del Ministerio Público que registre hechos. En el inquisitorio, no; a lo sumo, voy a denunciar algunos síntomas o signos, a partir de los cuales voy a verificar si ese que tengo delante es el enemigo. Quizá no sea esa sólo su característica.
Hasta el siglo XII, en la Edad Media, en el momento en que llegan los germanos a Europa y se disuelve el Imperio Romano de Occidente, los germanos se arreglaban con un sistema de solución de conflictos que era la composición. Un germano le daba un garrotazo en la cabeza a otro de otro clan y, como los clanes eran unidades económicas, había un germano menos y esa unidad económica se debilitaba. El agresor se asilaba o exiliaba en la Iglesia para evitar la reacción vindicativa inmediata y, mientras tanto, se reunían los dos germanos viejos de los dos clanes y se preguntaban: ¿cómo arreglamos esto? Si no se componía, llegaba la guerra, que no le convenía a nadie, porque era la venganza de la sangre. Por ello, por lo general, arreglaban mediante el pago con animales, etcétera, y se restablecía la paz. Esta forma de composición se sigue practicando, incluso en nuestros pueblos originarios con bastante frecuencia. Son formas de resolver eficazmente el conflicto, porque se involucran las dos partes, sin que haya una confiscación de la víctima.
En otros casos, en lugar de la guerra, decidían a través de un arbitraje y se convocaba nada menos que a Dios para que lo resolviera. Se luchaba, por medio del duelo: el que ganaba triunfaba en la prueba de Dios. El árbitro sólo cuidaba de que la voluntad de Dios pudiera expresarse claramente en esa ordalía del duelo, y todos estaban muy tranquilos, porque era nada menos que Dios el que bajaba a resolver el problema. A esto lo conservamos aun cuando al testigo lo hacemos jurar por Dios o por los textos religiosos. Poner a Dios como testigo es una cuestión mágica, no religiosa. La magia se caracteriza por mover una fuerza superior mecánicamente a través de una fórmula. Entonces, por la fórmula, lo movemos a Dios y lo hacemos bajar como testigo. ¡Ojo: Dios baja como testigo si quiere, para eso es Dios y todopoderoso. Sólo si se le da la gana, él baja!
Según el establecimiento de la verdad por lucha, el que ganaba en el duelo era el dueño de la verdad. No sé si es cierto, pero hay una enorme contemporaneidad entre el descubrimiento de la verdad por lucha en el ámbito penal y la búsqueda de la verdad por lucha en el ámbito científico. Pero hay un cambio en un momento dado, cuando surge el modelo punitivo con el poder inquisitivo, en el que se cambia el método de establecimiento de la verdad y se pasa en el proceso de la lucha a la inquisición; y en la ciencia, de la lucha al interrogatorio, a la inquisición. Esto, que destaca Michael Foucault, sería una copia por parte de la ciencia del modelo de proceso penal. No sé si es tan así, pero si son coetáneos. La alquimia era una lucha contra los elementos, y de esta se pasa a la química; de la astrología, a la astronomía, y así sucesivamente. Incluso pasa en la filosofía, en que a la disputatio, la lucha entre expositores por preguntas y respuestas, la reemplaza la inquisitio, la interrogación.
Efectivamente, hasta ahora, en el saber, seguimos interrogando. Hay algo muy rico en esto. ¿Para qué interrogamos? Igual que en el proceso penal, interrogamos para saber. ¿Pero para qué queremos saber? Para poder: el que más sabe, más poder tiene. Cuando queremos saber para poder y procedemos a interrogar, se da una relación entre un sujeto y un objeto. Hay un ente interrogador y otro interrogado. Necesariamente, entonces, el primero se sitúa en un plano de superioridad respecto del segundo; pregunta desde un plano de superioridad y lo hace con la intencionalidad de poder. Si interrogo a la vaca, lo hago para sacarle más leche, pero ella no se entera, y me responde con toda su entidad de vaca, muge, responde de esa manera. Es un juego extraño. Se dice que la tecnología domina al ser humano. ¿Qué es esto?
La etimología es interesante. Sujeto significa subiectus, proyectar, tirar hacia delante, dominar, y sujetar es empujar hacia abajo. Y el objeto es algo que se tira en contra, estar en contra. Entonces, es como que el ente interrogado se tira encima del que le está preguntado y lo va aplastando. Sí, efectivamente. Pero cuando el ente interrogado es otro ser humano, desde el vamos, el interrogador se coloca en una posición de superioridad. Por ende, ese saber es, por esencia, un saber señorial, de dominus, un saber jerarquizante de seres humanos.
¡Miren adónde nos puede llevar el modelo procesal! Por eso tendríamos que cambiar y, así como pasamos de la disputatio a la inquisitio, tendríamos que pasar alguna vez al diálogo con todo: con la vaca, con la piedra, con el medio ambiente, porque si seguimos por este camino no vamos a durar mucho. Algunos dicen que nos van a reemplazar unos bichos que están en el fondo del mar dentro de unos millones de años. Creo que están equivocados y por lo menos tengo la ventaja de que, si me equivoco en este juicio, nadie me lo va a poder refutar (aplausos).

Inglaterra y Francia
El modelo acusatorio surge, en cambio, como consecuencia de una puja de poder. Desde la Carta Magna se empiezan a pelear los nobles con los monarcas (no era el pueblo, que siempre estaba abajo). De pronto, alguien comenzó a tener poder y a disputarle a otro, que quería centralizarlo. Entonces, una de las cosas que se arranca primero al rey es el poder de juzgar y, por ende, la pena debe ser impuesta en el juicio de los pares. Por supuesto, para ser transparente tiene que ser en un juicio oral; este debe ser público, es decir, se lo debe poder controlar. Para ello, se produce la distinción de las funciones que en el inquisitorio se daban de forma centralizada: la del acusador, la de la defensa y la del tribunal. Pero esto, que surge en Inglaterra, es parte de la lucha entre el Parlamento y el Rey, al que aquel le van arrancando cosas. Cuando hay lucha de poderes nadie quiere un árbitro sino arrancarle todo el poder a otro. Es lo que hace el Parlamento que, hasta hoy, en Inglaterra, es poder constituyente. Allí no hay distinción entre poder constituyente y poder constituido. Por eso, no conocen el control de constitucionalidad. Hay un Tribunal Supremo, que sentencia en última instancia, pero no puede declarar inconstitucional la ley del Parlamento.
Esto se fue propagando por el resto de Europa con variantes, pero, como resultado, Europa no conoció entonces el control de constitucionalidad. En Gran Bretaña, ese Parlamento jamás admitió que se le armase una burocracia judicial. El poder era de él, el juicio era de los pares y, por ende, los tribunales estaban -y están de alguna manera- en manos de los abogados. Son muy fuertes los Colegios de Abogados. Algunos abogados son los que tratan con el cliente y, en consecuencia, son ellos quienes contratan al letrado que ha de litigar y responden por los honorarios. Entre esos letrados que van a litigar, el gobierno debe elegir a los jueces, que los forman los Colegios de Abogados. No hay burocracia judicial.
Si cruzamos el Canal de la Mancha, el proceso fue un poco distinto. Un día se pusieron nervioso, tomaron la Bastilla, se llevaron a Luis XVI y a María Antonieta, y les hicieron un tratamiento en el cuello, igualitario. Dijeron: ‘acá las leyes serán tan claras que las va a poder aplicar cualquiera y los jueces serán elegidos por voto popular en cada barrio’. Naturalmente, todo esto no funcionó, fue un desastre y el tratamiento del cuello se extendió de manera terrorífica, hasta que llegó el compañero Napoleón y puso orden.
A todo esto, el Parlamento tenía mucha desconfianza, incluso de los jueces que iba nombrando, e inventó la casación. ¿Qué es? Un tribunal que pone el propio Parlamento como una especie de comisión, que rompe las sentencias que resuelven de forma contrarias a la ley. De aquí sale el culto al juez como boca de la ley. Esta es clara y cualquier interpretación es destructiva; la única que se puede hacer es la gramatical. Entonces, tenemos un tribunal que, cada vez que un juez dice algo que no corresponde a esa letra de la ley rompe la sentencia, la casa. En algún momento, claro, se podía llegar a romper al juez.
Un día después de esta catástrofe, llega Napo y dice: ‘como ahora manejo todo yo, a ese Tribunal de Casación lo hago cabeza de todos los jueces y organizo una linda burocracia jerarquizada; un ejército de jueces, al que se ingresa y se va ascendiendo como en la milicia, y más rápido en la medida en que se cumple más rápido lo que dice la cúpula de la casación’. Es decir, a medida que uno va recibiendo más garrotazos por parte de la Casación, se va atontando y a medida que van pasando los años y se le van deteriorando las neuronas llega a la cúpula. Entonces, ya está totalmente atontado y no hace más que repetir lo mismo. Esto no es muy creativo y es terriblemente peligroso políticamente hablando”.